Elisa Dejistani, una voz desde el silencio,
por Ricardo Juan Benítez
No se puede evitar
sentir cierta nostalgia al pensar que donde hoy se exhiben los libros de
bolsillo estaban las boleterías y que, por los dictados del mercado, la única
forma de conservar el patrimonio cultural arquitectónico sea reconvertir una
disciplina cultural en detrimento de otra. Es así como los palcos de antaño hoy
son exclusivos salones de lectura, el escenario se transformó en una confitería
donde un piano de cola desgrana amables melodías interpretadas por un músico ad hoc y el pullman y súper pullman están
abarrotados de anaqueles con 120.000 títulos. Tal vez el mayor consuelo sea
saber que, según el diario inglés TheGuardian, en una lista sobre las mejores
librerías del mundo firmada por el periodista Sean Dodson, El Ateneo Grand Splendid ocupa el segundo lugar detrás de Boekhandel Selexyz Dominicanen,
en la ciudad holandesa de Maastricht (que ocupa una iglesia de 800 años de
antigüedad),"posiblemente la librería más bella de todos los
tiempos", arriesga el
autor.
Una vez saciada la
curiosidad meramente turística decidimos revisar las estanterías. Mi búsqueda
fue bastante breve, me incliné por una novela de Robert A. Henlein “La luna es una cruel amante”.
En tanto mi acompañante, la poeta venezolana Andrea Victoria Álvarez, tuvo un
trabajo bastante más arduo y poco satisfactorio buscando poemarios de autores
noveles argentinos. En un mueble de escasas seis repisas se agolpaban los 3000
títulos que dicen poseer de poesía. Muy improbable a todas luces.
Quizá no haya sido
ni el lugar ni la situación ideal, pero mientras trataba de concentrarme en el
libro elegido sonaba de fondo “Take
me to the moon”, ciertamente apropiado al tema de la lectura . Pero comencé
a divagar, haciendo cálculos mentales. Si la librería tiene un stock físico
declarado de ciento veinte mil títulos, y tomando en consideración que todo el
subsuelo está dedicado a la categoría infanto juvenil, eso nos da sobre los
tres mil títulos de poesía un 2,5 por ciento del total. Si pensamos que de ese
porcentaje la mayor parte se los llevan los clásicos como: Alfonsina Storni,
Pablo Neruda, Walt Whitman y siguen las firmas ¿Qué espacio quedan para las
nuevas voces poéticas?
La lógica de ventas
de estas grandes librerías es inversa a la de los supermercados, aunque de
alguna manera se parezcan. En los grandes almacenes los sectores de mayor
exposición (como los ingresos al local) los cubren los productos de menor
venta. Es así que para llegar hasta los comestibles debemos atravesar largas
estanterías cargadas de electrodomésticos, artículos de camping o juguetería. En las grandes
cadenas Premium de librerías, al acceder,
encontramos ofertas de películas en DVD, los éxitos del reggeaton y, por
supuesto, los grandes “tanques”literarios.
La prosecución de la saga de J.K.Rowlings o el último best sellers de Dan Brown. Al final del salón de
planta baja, en un rincón desangelado, están esos seis anaqueles con poesía.
¿Qué puede llegar a
perder uno por este tipo de políticas de ventas? Bastante, créanme.
Con suficiente asiduidad
recorro las diferentes tertulias y encuentros poéticos que se llevan a cabo,
casi a diario, en esta bendita ciudad. Descubriendo gente utópica y talentosa
con el “Grupo Pretextos”, “Los Puños de la Paloma ”,
“Río de Letras”, “Vientos Contrarios” o “La Sociedad de
los Poetas Vivos”. Personas que viven por y para el arte, como Gustavo Tissoco
que, aparte de desempeñarse como médico neonatólogo, es el alma mater de “Mis Poetas Contemporáneos”. Voces
jóvenes como Jonathan Márquez o Dancizo Toro. Poetas de toda Latinoamérica.
También aquellos que tienen un fuerte ascendiente europeo; como la artista
plástica, escultora, dibujante, escritora y poeta Elisa Dejistani.
No hace tanto tuve
el privilegio de asistir a la presentación de su último poemario bilingüe “Dualidad del silencio” en la Sociedad Argentina de Escritores.
Una verdadera pieza de arte donde cada poema tiene la misma sonoridad y
cadencia, ya sea en la lengua de Cervantes o en la del Dante. Pero, por supuesto,
hablar de Elisa Dejistani no es hacer un panegírico de“una voz poética
novel”; pero sí, sería reconocer a una artista
premiada tanto en Argentina como en Italia, aunque insólitamente ausente en los
catálogos de ciertas librerías. Más allá de su actividad como
colaboradora en incontables medios gráficos en ambos países (actualmente es corresponsal
y traductora de dos diarios Latinoamericanos en Roma, Italia); ostenta el
Primer Premio “UNESCO” (Argentina, 1981), el Premio“Salón
de Otoño” (SAAP, 1995) y el
Premio Internacional “Filignano
Arte”(Italia, 1999) en escultura. En el año 2000, también en Italia, recibe
el Premio Internacional “Filignano
en Relieve y Pintura”.
Su obra literaria
publicada comienza con “Misteriosa magia” (poesía, 1977), prosiguiendo con las
poderosas letras de “Exilio
para no morir”(poesía, 1986). Como dice los versos de una de sus poesías: “Quizás,
vuelva a contarte aquello que nunca creíste, con una voz indudable, esa que
restituya la palabra exacta, pronunciada con labios anteriores, a este tiempo
de sombras agoreras.”
Con notable
coherencia estilística, en el año 1990, nos regala el poemario“Disonancia
del bronce en Makhac-kala”. Le seguiría en 1994 el ecléctico“Con el sol
en las manos”, un libro de arte con poesías, aforismos y dibujos.
En el año 1991 es
editada por Argentores su obra “Jeroglíficos” (Teatro), y en 1992 la monografía y
video “Una estética del
silencio”.
En las letras recibe
las siguientes distinciones de relieve: Premio “Educarla
Paz ”, UNESCO (Buenos Aires, 1980, poesía), Premio “Fioravanti Felici” (Fundación
Argentina para la Poesía ,
1989), Premio "Associazione
Luigi Pirandello", (Italia,
2004, poesía) y Premio "Arte D'Autunno" di Poesía - Terza Biennale: “Omaggio a
Roma" - Anno 2000.
Es así que llegamos
a su más reciente obra: “Dualidad
del silencio”(Ediciones “Botella al Mar”, año 2009, poesías en Español e
Italiano). Quizá, antes de comenzar un análisis tan dificultoso como árido en
sus resultados, sea conveniente escuchar la palabra de la poeta a través de sus
delicadas letras:
La palabra
“escrita
en la arena de los mitos
canto aciago
de las sirenas
Con manos de orfebre
tejedora de intriga
con perfil ambiguo
dimensión de ausencia
en la arena de los mitos
canto aciago
de las sirenas
Con manos de orfebre
tejedora de intriga
con perfil ambiguo
dimensión de ausencia
Palabra
con soles
colgados en la voz
arrancada del fuego
con soles
colgados en la voz
arrancada del fuego
Palabra
que muerde entrelíneas
señales de humo”
que muerde entrelíneas
señales de humo”
Y así como la
palabra es una herramienta en manos del poeta (como podría ser el cincel para
esculpir o el crayón para el dibujo), una obsesión recurrente en la artista es
el momento en que está a solas con su creación, cuando gesta la que será su
criatura.
Otro elemento
intangible pero siempre presente: el silencio.
Duplicità
del silenzio
“Silenzio
profumo dell’anima
elogio della musica
ancora non creata.
Visione sfunggente
oscillante
di quello che non fu:
ricordo
liscio grezzo
tenero crudele
Tantalico destino
cercato
non voluto.
Contraddizione dell’essere
nell’ambiguità degli opposti.
Ombra luce
strategico
vero silenzio.”
“Silenzio
profumo dell’anima
elogio della musica
ancora non creata.
Visione sfunggente
oscillante
di quello che non fu:
ricordo
liscio grezzo
tenero crudele
Tantalico destino
cercato
non voluto.
Contraddizione dell’essere
nell’ambiguità degli opposti.
Ombra luce
strategico
vero silenzio.”
Para Dejistani esa
duplicidad del silencio es mucho más que una bella metáfora sobre la soledad
del artista donde se debate entre sus ángeles y sus demonios. Como expresa al
comienzo de la poesía es perfume del alma. El más bello elogio para la música:
la escucha silenciosa. Aún para una melodía todavía no creada. Es una visión
maliciosa, cambiante, oscilante e, inclusive, artificiosa. De aquellas cosas
que no fueron. Tal vez como un recuerdo elusivo, blando, agradable, delicado;
pero a la vez burdo, crudo e impropio. Una remembranza amable y tierna; aunque
también pueda ser cruel e inhumana. Entonces la mujer, la poeta; define al
destino de tantálico. Un adjetivo de implicaciones filosóficas y metafísicas
que nos remiten al anciano Kant, cuando en una carta a Christian Garve se
lamenta de su “dolor
tantálico”; haciendo referencia a su imposibilidad de encontrar el
entendimiento “del todo de la
filosofía”. Dado el caso que
el proceso kantiano de una “razón
de juicio a priori” sufre una
dificultad indisoluble de aplicación, causada por una abstracción total de
contenidos empíricos. Es así que con respecto a esta dimensión onto-logo-ética, el criticismo kantiano se muestra
en su positividad como “renovación
de la metafísica por medio de la refutación de la indiferencia y el
escepticismo”.
¿Una de las posibles
lecturas que nos brinda la autora? Para llegar al sentimiento descarnado que
nos propone; hace falta tener disposición del espíritu y la esperanza, de
fe. Ciertamente su riqueza lingüística, la exactitud en la elección de
ciertas palabras; hace que sus poesías sean como las capas de una cebolla o las
mamushkas rusas que siempre tienen algo más para mostrarnos en su interior.
Entonces, ese
destino al que hace mención, puede significar para ella un signo recurrente,
como una letanía religiosa, aunque no lo haya deseado, conscientemente. Esa
eterna contradicción presente en todas las almas. Esa ambigüedad de los
opuestos. Sombras y luces.
La estrategia del verdadero silencio. El reconocer todos nuestros rostros íntimos.
Una de sus poesías
más delicadas, llamada “Vibraciones”,
fue traducida la catalán por el escritor valenciano Pere Bessó (Licenciado en
Filología Moderna, Catedrático de Lengua y Literatura Española en el IB de
Mislata).
Leyendo en voz alta
podemos comprobar que cada palabra, cada frase tiene una intención determinada,
una cadencia, un ritmo que no se ve afectado por la traducción.
“Crecí
en una clave
paraíso o infierno
meciéndose en la piel
Crecí extranjera
por mucho tiempo
suspendida en la alta marea
gemela del mar y de la nube:
Apología de azucenas
Reencarno
en la música del tacto
en el ritmo del deseo
en la abstinencia del sol”
en una clave
paraíso o infierno
meciéndose en la piel
Crecí extranjera
por mucho tiempo
suspendida en la alta marea
gemela del mar y de la nube:
Apología de azucenas
Reencarno
en la música del tacto
en el ritmo del deseo
en la abstinencia del sol”
“Cresquí
en una clau
infern o paradís tancat en la pell
Cresquí estrangera
per molt de temp
ssuspesa en l’alta marea
bessona del mar i del núvol:
Apologia d’assutzenes
Reencarne
en la música del tacte
en el ritme del desig
en l’abstinència del sol”.
infern o paradís tancat en la pell
Cresquí estrangera
per molt de temp
ssuspesa en l’alta marea
bessona del mar i del núvol:
Apologia d’assutzenes
Reencarne
en la música del tacte
en el ritme del desig
en l’abstinència del sol”.
Esta preocupación
obsesiva por la palabra nos entrega poesías en las que el azar y lo improvisado
tienen muy poco que ver. Cada vocablo ocupa el lugar y la significación que la
autora quiso que ocupara. Cada palabra, aún en su fragilidad, está al servicio
del texto y su idea. O como dice la misma poeta:
En
la fragilidad de la palabra...
“En la fragilidad de la palabra
me resguardo de mí misma:
sicario
con el que deletreo mi costado izquierdo
mientras el derecho se llena de manchas
y arrugas
y puntos suspensivos
Por eso la bestia que me habita
ataca a mi sombra
la retuerce
mastica el alto rugido de la sangre
y por fin
se entrega”
ataca a mi sombra
la retuerce
mastica el alto rugido de la sangre
y por fin
se entrega”
Para concluir este breve
y, por consiguiente, insuficiente repaso de la obra de poética de Elisa
Dejistani, quiero acercarles un poema que habla (en lengua italiana) de las
preocupaciones de un artista, de su trascendencia; si esa misma noche debe
cerrar sus ojos. ¿Quién besará su frente inanimada? ¿Quién avivará su arte, su
proclama? Para soñar el ardor de su obra, aún en un tótem. En el ritual de su
postura, en las confusiones de sus ideas. ¿Quién colmará sus líneas
inconclusas? El contraste entre el cincel y la borla. La nobleza de la madera
del arrayán y el sonido del laúd. Que anunciará el éxodo, la partida; aunque en
su mano aún palpite un boceto, que como debe exigirse, sea como una incisión
ardiente en el costado para convocar a ese misterioso quien. He aquí la palabra
que nos habla desde todos los silencios:
Fiori
di arancio
“Se devo chiudere i miei occhi
questa notte.
Chi bacerà allora
la mi afronte inanimada
chi debe accendere
la mia arte
nel suo proclama
Per sognarmi nell’ardore dell’opera
nel tótem,
con rituali di tesitura
o nelle messe confusa di un’idea.
Chi colmerà la mia linea
e il contrasto
di scalpello e amaranto
di mirto
di liuto
annuncerà l’esodo
il battito
ma il boceto
che palpita in queste mani
—dove andrà—
Chi come me
deve eseguire
un’incisione ardita nel costato
per convocarte
chi”
“Se devo chiudere i miei occhi
questa notte.
Chi bacerà allora
la mi afronte inanimada
chi debe accendere
la mia arte
nel suo proclama
Per sognarmi nell’ardore dell’opera
nel tótem,
con rituali di tesitura
o nelle messe confusa di un’idea.
Chi colmerà la mia linea
e il contrasto
di scalpello e amaranto
di mirto
di liuto
annuncerà l’esodo
il battito
ma il boceto
che palpita in queste mani
—dove andrà—
Chi come me
deve eseguire
un’incisione ardita nel costato
per convocarte
chi”
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