Hace algunos años, durante un encuentro
de Los Puños de la
Paloma en la provincia de Santa Fe auspiciado por
Norma Segades, la escarabaja Andrea Victoria Álvarez tuvo
oportunidad de conocer personalmente a una de las voces más notables de la
actualidad en Paraguay. Quien suscribe estás líneas no tuvo oportunidad de
viajar en esa ocasión. Es así que este año durante el Primer Festival
de la Poesía (en
Santa Fe) me esperancé con la posibilidad de entrevistarla para El
Escarabajo Literario. Pero vaya a saberse porqué retorcido
designio del Destino nuestros caminos volvieron a desencontrarse. Más allá de
algún risueño comentario al respecto, dicho retorcido designio fue la
interrupción del mandato del mandatario paraguayo, el señor Fernando
Lugo, por un golpe institucional. Por lo tanto Amanda escritora, periodista y
poeta comprometida con su tiempo y su país, decidió que no era el momento de
viajar al encuentro poético. Como directora del Diario
Popular sintió que su deber era permanecer en su país para seguir los
adversos acontecimientos históricos en contra del sistema de gobierno
democrático. En este número reproducimos íntegramente la emotiva
carta que se leyó en la apertura del festival de poesía para explicar su
ausencia.
En mi caso particular, pensé que esperar hasta
el año próximo para entrevistarla era un despropósito. Sobre todo teniendo en
cuenta las jugarretas que nos jugó el azar en nuestros posibles
encuentros anteriores. Por lo tanto, aprovechando las ventajas del correo
electrónico, he aquí el sabroso diálogo digital:
R.B: -Amanda, leyendo tus historias se nota la
impronta de los mitos y leyendas de tu tierra guaraní. ¿Podrías hacer una breve
reseña de tu infancia en ese clima mágico?
A.P: -Nosotros crecimos en ese mundo donde la
fantasía era la realidad diaria y la realidad no era tan importante como para
tomarla en serio, en donde se juzgaba a la gente por su carácter, sus
intenciones y su corazón, no por lo que tenían dado que ya nos habían contado
que el dinero es sólo papel y de esos papelitos no teníamos muchos. Nunca
supimos muy bien dónde terminaba la fantasía y comenzaba la realidad, siempre
malicié que el entramado entre ambas era demasiado estrecho, por eso no podíamo
separarlas... Vivíamos noches solían ser de música y baile, y cuando no, nos
hacían estremecer de un miedo delicioso contándonos casos de nuestros
personajes míticos, a la luz de alguna vela que alguien apagaba de repente para
dar fuerza a la narración. Y luego, dormíamos en catres o hamacas, bajo
los árboles. Todavía maliciando que algún pombero robusto y
peludo era el que silbaba en la noche. Fue una niñez muy feliz
y estremecedora.
R.B: -¿La literatura era tu inclinación desde
pequeña? ¿Cuánto tuvieron que ver las influencias familiares o de tus
educadores?
A.P: -Somos de la generación que tenía sólo dos
modos de entretenerse: los juegos y la lectura. Abusé de los juegos, abusé de
la lectura. En casa a veces estábamos dispersos de la cocina
a la sala y los dormitorios, todos leyendo y cada uno con su terere a
mano. Mis tías leían novelitas de amor e historias de santos; mi
abuelo leía Luz (un manualcito sexual), novelas, cuentos, a más de
revistas de carpintería, libritos de cowboy e historia; mamá y abuela
enloquecían por las novelas y revistas de manualidades; a papá le gustaba leer
acerca de religiones, esoterismo, historia, brujería, folklore, poesía,
filosofía, tratados de anatomía, enciclopedias... tenía tíos también viviendo
allí, que leían poemas para musicalizarlos y llorar guitarreando. Mi
hermano leía novelas y revistas, yo leía todo lo que había en la casa.
Aunque en la biblioteca nos marcaban los libros PROHIBIDOS y ésos eran los que
solía releer. Creo que papá y abuelo hacían eso para incitarnos a leer
esos textos más bien. Tenían razón, las prohibiciones son un imán
poderoso.
Y las veces que nos preguntaban qué queríamos
ser cuando grandes, sólo tenía claro que no iba a ser yo quien rompiera la
cadena de cuentos familiares, sólo que quería escribirlos
además.
R.B: -¿Cuáles son tus autores favoritos? ¿Qué
lecturas te marcaron?
A.P: -Me parece que todas las lecturas nos
marcan de algún modo. En alguna parte de la memoria quedan, como fichas que
saltan cuando hay necesidad. Y a veces de forma inoportuna también. Hay libros
que releí muchas veces, desde luego seguro que eso corresponde a
diversas etapas de la vida. Primero estaba apasionada por Julio Verne,
Walt Whitman, Alejandro Dumas, lecturas de la infancia... luego ya
entraron a mi vida Manuel Ortiz Guerrero (un poeta compatriota); Dante; Omero;
Cervantes; Quevedo; Neruda; los poetas malditos y en fin, hasta que dieron
paso a Dostoiewski, Kafka, Sthendal, y éstos a los del boom
latinoamericano, sobre todo Julio Cortázar y García Márquez. No se
para nunca de leer. Me gustan mucho la literatura rusa y
latinoamericana.
R.B: -Según mi criterio personal pienso que la
escritura es una acción política ¿Piensas que la literatura y la poesía, en la
época actual, puede ayudar a cambiar el status quo de las
luchas sociales? ¿O, en su defecto, son meras utopías irrealizables?
A.P: -Pienso que toda actitud es política.
Que emitir un concepto, así sea sobre el amor, revela una
ideología. Y las palabras significan, tienen su fuerza y su peso.
Presionan, por eso hay censura, por eso han habido presos políticos (y
hay) que no han cometido más "pecado" que hablar, gritar o
escribir. Si no tuvieran las palabras fuerza para inclinar la balanza, si
no supieran eso por experiencia los gobernantes y políticos, no habrían
habido persecuciones ideológicas en el mundo, mordazas, torturas,
asesinatos para acallar. No creo que los ideales sean utópicos, lo son
mientras no se cumplen, y cuando se cumplen hay nuevas necesidades y sigue la
lucha. Y está bien, porque el otro lado de la moneda es el cómodo conformismo,
la estúpida resignación, o peor aún: el acomodo, la delación, están los
vendepatrias, los que chupetean medias, los que sólo piensan en sí mismos.
R.B.: -¿Cómo es un día típico en tu vida?
A.P: -Nosotras batallamos en familia, siempre
tuvimos la sensación, mis hermanas y yo, de que somos un solo cuerpo y que
estamos completas recién cuando nos reunimos todas. Así que nos encargamos
de mamá, que vive extraviada en sus olvidos y a la cual tenemos que recontarle
las historias familiares todos los días (y noches antes de dormir, ahora es
nuestro turno); vigilo las plantas en su casa, y después me esperan mis roles
diversos en mi casa dado que soy mamá, esposa, abuela... en medio de todo eso
me informo, escribo, me conecto a mis amigos y amigas, escribo otra vez, y leo,
luego derechito al diario donde trabajo y también allí se me mezclan las
noticias que debemos procesar, con los cuentos, los poemas... en fin, una
vida común que termina con largas conversaciones de madrugada, con una de mis
hermanas que también es escritora.
R.B.: -¿Tiene algo que ver el guarani, que es uno de los dos idiomas oficiales en tu país, con la literatura paraguaya?
A.P: -Creo que el guarani tiene
que ver hasta con nuestro modo de vivir, y desde luego, de escribir. Por
más que escribamos en castellano, en realidad muchos de los giros y
construcciones gramaticales los hacemos "traduciendo" del guarani
aunque generalmente sin darnos cuenta. Ocurre lo mismo con los conceptos,
las palabras guaraníes encierran no sólo el significado en sí, sino
el concepto que se tiene de ese significado. Así de complicado y de
simple. El guarani es nuestra alma, nuestro modo de andar en este mundo de
oscuridades y de luz.
R.B.: -Antes de terminar la entrevista, quería volver sobre la actualidad política de tu país, pues creo avizorar una cabecera de playa en contra de las jóvenes democracias latinoamericanas que se oponen a ciertos intereses de las hegemonías regionales en temas (o excusas) tan sensibles como el combate contra el narcotráfico, el contrabando armamentista, bases militares o la "protección" de los recursos naturales, por caso elacuífero guaraní.
A.P.: -Acá se busca excusas para
lo que se ha hecho al cambiar de la noche a la mañana un presidente elegido por
el pueblo. Entonces, se demoniza como en los viejos tiempos de las sangrientas
tiranías latinoamericanas, a la izquierda. Irracionalmente, en momentos en que
se suponía que habíamos superado totalmente esa visión absurda, vuelve la
división entre izquierda y derecha, sin grises inclusive. Entonces, como el
gobierno de facto es de derecha, resulta que se ha llegado al colmo, por
ejemplo, de que en algún medio aparece como "identificado" un
periodista que se estaba manifestando en uno de los tantos escraches a Federico
Franco. Eso lo ha hecho un medio de prensa.
Así que, al viejo estilo, te
acusan de "izquierdista" como si fuera un delito o un pecado. Hacen
esta relación simple: izquierdista = comunista = secuestradores, guerrilleros,
apañadores de terroristas.
Hay hasta ahora dudas acerca del pretexto que se ha tomado para el
juicio político a Lugo, hay certeza de que no se ha cumplido con el tiempo
legítimo de defensa, y todo el mundo cree lo que quiere creer, sin atender a
razonamientos. Hemos llegado a un momento en que sos golpista o antigolpista en
Paraguay. Y ya existe el "golpismo" y "antigolpismo", se
han hecho escandalosos acercamientos y alianzas políticas, precandidatos a la
presidencia para el 2013 se han echado las caretas mutuamente, y luego los
hemos visto juntos en el mismo pañal desechable. En fin, los de derecha temen
que vuelva un gobierno de izquierda aunque sea tibia, simplemente porque saben
que ya se ha prendido el foquito de alarma y cualquier presidente socialista o cuasi,
que asuma en el 2013, tendrá que tomar fuertemente las riendas y ejercer
realmente el poder, escindiendo de su cercanía a gente que podría hacerle lo
mismo que a Lugo. Y la izquierda y centro-zurda que llegó al poder a cura,
además se encuentra dividida en este momento. Los temores internos son tantos
que en este momento no llegamos a considerar en serio lo externo. Y los trapos
sucios no se están lavando sólo en casa. Pero desde luego, ¿cómo desconocer que
lo que pasó en Paraguay puede copiarse en otros países de nuevas y frágiles
democracias con opción preferencial por los pobres?
R.B.: Por último ¿podrías adelantarnos tus próximos proyectos?
A.P: -Ahí estoy a mitad de un
libro de cuentos, también peleando con una novelita, inicio un libro de poemas,
y estoy escribiendo también casos en guarani, acerca de mujeres. Mi mayor
entusiasmo en este momento radica en las actividades de dos grupos en los que
estoy: Escritor Róga, con el ideal de conseguir con el tiempo una casa-refugio
para la vejez digna de escritores y escritoras menos favorecidos/as
económicamente, y Los Puños de la
Paloma , que reúne a escritoras bajo la batuta sabia e
incansable de la colega correntina Norma Segades.
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1 comentarios:
Gracias porque pese a los desencuentros, nosotros, lectores tenemos posibilidad de saber de esta poeta y de su pensamiento. Gracias, felicitaciones a ella por su permanente búsqueda y tener la facilidad de poder escribir novela, cuentos y poesía.
Lily Chavez
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GRACIAS POR TU COMENTARIO -EL ESCARABAJO LITERARIO-