Eduardo Dalter nació en Buenos
Aires, Argentina, en 1947. Poeta e investigador cultural. Desde 1971, año en
que editó su primer poemario, ha venido desarrollado un quehacer sostenido en
los ámbitos poéticos. Importantes publicaciones de su país y de América
han incluido en sus páginas poemas de su autoría: revistaCrisis (Buenos
Aires), revista Alero (Universidad de Guatemala), Shantih
magazine (New York), Revista Nacional de Cultura (Caracas),
y revista Casa de las Américas ( La Habana ), entre
otras. Durante los años de la última dictadura militar de su país vivió en el
Oriente venezolano y en la ciudad de Maracaibo, donde en 1982 se publicó uno de
sus libros (ver al pie el listado de obras poéticas). Dio conferencias y
participó de encuentros internacionales, y asimismo brindó numerosas lecturas;
entre otras: en el Ginsberg Tribute, en el Central Park, New York, y en la más
reciente Feira do Livro, en Brasilia. En el año 2000 tuvo edición su
trabajo de investigación Harlem: los blues de la historia, que
incluye una selección poética, con traducción que le pertenece en coautoría.
Por otra parte, en el lapso 1994-2002 dirigió en su ciudad la revista de poesía
latinoamericana Cuaderno Carmín, de difusión continental. En la
presente década preparó y ofreció diversos seminarios acerca de la poesía
de América en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, entre otras
instituciones. Reside al sur de su ciudad natal.
De Hojas de
sábila
Buenos Aires, 1987-1992
Buenos Aires, 1987-1992
Seguramente haya otro lugar
más allá de este pozo
y de este horizonte seco
y quebradizo. Un lugar
para sentirse más palpable
Hay un momento en que antes de ir,
de volver, el ave, o pájaro extraño
–formas humanas de este vuelo–,
mira ensimismado su plumaje;
hay un momento, o borde o filo,
en que calla, calla, y canta al fin
unas pocas notas ásperas.
De Aguas vivas
Buenos Aires, 1993
Buenos Aires, 1993
DEFENSA DE LA POESÍA
Palabras con mi hijo
Palabras con mi hijo
Porque, aunque no lo
creas
–plano más concreto–,
la luz de las estrellas
también vuela
–plano más concreto–,
la luz de las estrellas
también vuela
De esta arboleda
tomá tu color
o tu desdicha; y tomá
tu mar, tu vaso...
Todo suena, pareciera,
a nueces secas. Pero
también suena un río
grandioso
que aún no escuchas.
o tu desdicha; y tomá
tu mar, tu vaso...
Todo suena, pareciera,
a nueces secas. Pero
también suena un río
grandioso
que aún no escuchas.
VINCENT VAN GOGH. BOTAS. 1887
A mis zapatos remendados
yo los quiero;
mis zapatos con cartón debajo
y nylon debajo
para que no entre el agua
de la lluvia
ni el agua de cuando baldean
las veredas.
Mis zapatos húmedos y tibios
de mí y con polvo de camino,
mi camino.
Descansando ahora, debajo
del mueble
–pueden verlos–,
y mirando gozosos cómo escribo
reclinado en la cama todo
esto
y cómo abracé hace un momento
al Caribe hondo y voraz
de Aimé Césaire y Saint-John
Perse.
Zapatos, zapatos excedidos
de mí
hasta deformarse, cuartearse
y agujerearse.
Pero listos y hermanos
y comprendiendo, pareciera,
cuál es la estrella fugaz
y cuál es ésta. Y vamos,
yo adentro de ellos
en la parte que les toca.
Denostados, sin embargo,
torpemente,
por una mujer, ciega mujer,
abandonada mujer, sola mujer.
Dejadme cruzar la calle,
poesía,
poesía de los salones,
las rondas, los concilios,
que vengo de galope yo
con mis zapatos!
yo los quiero;
mis zapatos con cartón debajo
y nylon debajo
para que no entre el agua
de la lluvia
ni el agua de cuando baldean
las veredas.
Mis zapatos húmedos y tibios
de mí y con polvo de camino,
mi camino.
Descansando ahora, debajo
del mueble
–pueden verlos–,
y mirando gozosos cómo escribo
reclinado en la cama todo
esto
y cómo abracé hace un momento
al Caribe hondo y voraz
de Aimé Césaire y Saint-John
Perse.
Zapatos, zapatos excedidos
de mí
hasta deformarse, cuartearse
y agujerearse.
Pero listos y hermanos
y comprendiendo, pareciera,
cuál es la estrella fugaz
y cuál es ésta. Y vamos,
yo adentro de ellos
en la parte que les toca.
Denostados, sin embargo,
torpemente,
por una mujer, ciega mujer,
abandonada mujer, sola mujer.
Dejadme cruzar la calle,
poesía,
poesía de los salones,
las rondas, los concilios,
que vengo de galope yo
con mis zapatos!
Después del poema
el poema debe seguir y seguir
hasta el poema.
Mas si el poema no sigue
después del poema,
el poeta o bien flaquea
o bien es de papel
o bien de tinta.
No le creas al poeta
al que después del poema
se le concluye el poema.
No le creas
o bien creé,
en el mejor de los casos,
que flaquea
o que su ser tiene
interferencias,
mutilaciones, o huesos
indecisos
–sea Neruda o sea Thomas
Eliot–.
Después, después del poema
el poema debe seguir y seguir
hasta el poema.
el poema debe seguir y seguir
hasta el poema.
Mas si el poema no sigue
después del poema,
el poeta o bien flaquea
o bien es de papel
o bien de tinta.
No le creas al poeta
al que después del poema
se le concluye el poema.
No le creas
o bien creé,
en el mejor de los casos,
que flaquea
o que su ser tiene
interferencias,
mutilaciones, o huesos
indecisos
–sea Neruda o sea Thomas
Eliot–.
Después, después del poema
el poema debe seguir y seguir
hasta el poema.
De Mareas
Buenos Aires, 1993-1995
Buenos Aires, 1993-1995
En la orilla abrupta
duerme
de honda mar un tiburón
con una herida corta
y abierta en U como su boca
triste, triste
bajo el blanco sol
y entre algas abundantes
y una botella rota de cerveza.
de honda mar un tiburón
con una herida corta
y abierta en U como su boca
triste, triste
bajo el blanco sol
y entre algas abundantes
y una botella rota de cerveza.
Luna, grave
luna, encima
de los tejados
ya húmedos;
ya húmedos;
y las calles solas,
solas,
solas,
donde se va
esfumando
esfumando
la estela
de tu aliento
de tu aliento
a cada paso.
Un poema es una piedra
y dos de esas piedras
no son
sino el comienzo
o parte de un camino.
Un poema es una piedra
que bien puede
en la niebla
marcar rumbo.
Un poema en la noche
brilla
con luz propia.
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2 comentarios:
me encanta simplemente ,la belleza la transforman en palabras
Felicito al blog y al autor por estos poemas. Es la tercera vez que los leo. Que tengan un buen año 2015. Gracias y saludos. Ethel Di Lorenzo
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GRACIAS POR TU COMENTARIO -EL ESCARABAJO LITERARIO-