Este es el país en que mi madre voló a pedazos
en cenizas ardientes
y la zona donde mi hijo preguntó
por el caballo blanco del Gran Capitán
y la gris estampa escolar
donde la montaña yacía en los ojos del Padre
abatido por los cóndores.
También es la tierra que soportó
a traficantes y ladrones
imbéciles e ignorantes
a cerdos que gritaron triunfantes
y asesinaron y violaron y robaron
ensuciando el mapa terso
que siempre he sospechado como un triángulo de lilas
Este es el país que tuvo aliento largo
en las banderas en ancadas de los caudillos
que enseñaron cómo se muere con limpieza
la muerte como un cándido objeto
como una labranza interminable
y estuvo doblándose por años
en el olor del trigo y en una remota esperanza
de alcanzar un nombre
una certeza
algo que tintineara al pronunciarse
como una copa de plata
Esta es la casa que contuvo
los ojos del asesinado
en los basurales de José León Suárez
y donde yo aprendí
que la justicia podía ser posible
si se pronunciaba como un pan
algo exigible y necesario.
La casa donde el miedo crujió en las noches
de perseguidores oscuros
y contuvo macilentos despachos
con registros de nombres y amenazas.
Este es el país que me enseñó la desolación
pero también la libertad de las palabras
me mostró las calandrias y las torturas
la ciénaga y el cielo alto y tenaz del Paraná.
Esta es ha sido mi casa y no tengo otra.
La casa de los libros amados
sospechosos de herejías y desviaciones ideológicas
con esa rotunda claridad
de los versos quebrados
y de los translúcidos infantes
de pies morados
que se acordaban de Mayo
mirando subir la que no ha sido atada jamás
al carro triunfal de ningún vencedor de la tierra.
Este es el país que me cubrió de oprobio y de vergüenza
y al que negué tres veces
con un feroz cansancio
pero también el país donde aprendí que hay una libertad
última
con palabras voladas en palomas
metálicas
palabras que servían para nombrar cosas anchas y espléndidas
palabras que resistían como clavos
duros e insomnes.
Era mi casa y no he tenido otra.
Jamás diré que ha muerto.
Porque contuvo la garra fina de Alejandro
y se inclinó sobre la greda oscura
de un alfarero
y vio la cara de un muchacho de veinte años
un segundo antes de morir
y desplegó sus lisos cielos australes
para que yo me doliera de la derrota
y tuviera un lugar abierto para llorar
y acunar una furia interminable.
Porque golpeada, amada y traicionada
aún sigue siendo la única casa posible,
jamás diré que ha muerto.
Con los músicos y los poetas
Con los tramposos y los imbéciles
Con la memoria ancha de los puros
Y la angosta memoria de los cobardes
Así, valiente, estrujada, férrea azucena,
insobornable, desgraciada y sucia
Amada, funeral, recién nacida,
Esta pobre, clara, definitiva patria.
La tierra
Si mamá viniera a bailar conmigo
ahora que tocan la canción de las lilas
entonces sentiría otra vez su rostro joven
rozando mis mejillas
y no pensaría en la tos ni en el jadeo arduo
de los pulmones
pero hay demasiados mares y piedras en la noche
para estas rosas de octubre
y es preferible dejarla quieta en su tumba
allí donde el baile está vedado
y yo soy sólo un trozo de hielo
la vieja niña vieja
agitando pañuelos de lino
para limpiar el polvo y la madera
el piso de roble cepillado
donde tal vez le hubiera gustado bailar
tocando apenas con zapatos de raso
la verde oscura infame tierra
que la contiene
detrás de los finales
EDNA POZZI
Poeta y prosista nacida en
Pergamino, Buenos Aires. Su obra poética abarca entre otros títulos: Tiempo
para decir llorando; Señales para Gustavo; La razón más impura; Ella dijo algo
fantástico; De mala muerte; Palabras que me salven de la muerte; Ferocidad de
la memoria; Cantata a Alejandro; La madre; Ana de fin de año; La última palabra
no la tiene la muerte; El triste de Furor; El libro de Javier; Cercanías de
Adolfo De Ferrari; Mas no estorbes la música y Balada de fin de siglo (en colaboración).
Sus novelas publicadas son: Las
ruinas de la infancia; El lento rostro de la inocencia y El ruido del viento.
Antología crítica: Alejandro González Gattone y Escrito en la arena, reunión de
artículos periodísticos, notas y comentarios bibliográficos.
Su Obra poética (1969-2000) se
publicó en el año 2000, como el primer tomo de su obra completa que incluye
además de poesía, narrativa y ensayo. Galardonada reiteradamente en el país y
en el extranjero; dos veces Faja de Honor de la SADE, recibe también, en
España, el Premio Único en Lengua Castellana de la Caja de Ahorro de Galicia y
el Premio de Poesía en Lengua Castellana "Blas de Otero". El Premio
de Literatura de la Provincia de Buenos Aires, el Premio regional de Literatura
del Ministerio de Educación y Cultura de la Nación, así como distinción en el
otorgamiento de los premios nacionales del mismo organismo.
Sus novelas reciben el Primer
Premio del Certamen Bienal de Novela de la Unión Carbide Argentina, el Premio
Emecé, el Primer Premio de Novela del Fondo Nacional de las Artes y sus cuentos
el Premio Eduardo Mallea de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y el
Primer Premio Avon con la Mujer en las Letras, 1995.
Periodista y conferencista,
desarrolla una intensa actividad en movimientos feministas y como difusora de
la cultura. En 1986 se le otorga el Premio Alicia Moreau de Justo a las cien
mujeres más destacadas del país.
En 1996, recibe el Gran Premio de
Honor de Poesía de la Provincia de Buenos Aires. En 1997, la Legislatura de la
Provincia de Buenos Aires, la elige como la mujer más destacada en el año de
cultura en territorio provincial. En 1998, el Honorable Congreso de la Nación
declara de interés cultural y parlamentario su obra completa y le rinde
homenaje por su aporte al pensamiento y por su producción literaria en poesía y
narrativa. En el año 2001, recibe del Congreso de la Nación la distinción como
"mejor notable argentina".
Premiada en 2004 con El Gran
Premio de Honor otorgado por la Fundación Argentina para la Poesía en el marco
de la Feria del Libro de Buenos Aires.
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3 comentarios:
Es un lujo esta entrega del escarabajo. Edna Pozzi es una poeta que resguarda siempre su fuerza en el decir y muchas otras, nos conmueve con la ternura de sus palabras. Bravo Edna!
Lily Chavez
La más grande Edna Pozzi, abrazotes Gus.
Una grande, que acaba de dejarnos hoy. Abrazos. Rosa Lía
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GRACIAS POR TU COMENTARIO -EL ESCARABAJO LITERARIO-