Liliana María Celiz.

Liliana María Celiz.

Escritora argentina, obtuvo el Premio de la Casa de la Amistad Argentino Cubana, año 1987. El tercer premio en el Concurso Nacional de Poesía organizado por la Emisora Lobos, año 1988. También fue finalista en el Concurso organizado por la editorial “Argenta Sarlep”, año 1988. Primera mención en el Concurso Nacional de Poesía organizado por la Emisora Lobos, año 1989.

Títulos publicados:

. "O elevación de vos o pensamiento” Buenos Aires, Ediciones del Dock, 2007.

• ¿De dónde vienes de mirar tus ojos padre?. Buenos Aires, Ediciones del Dock,2000.

• Del traje de Eva y su manzana (poemas). Buenos Aires, Último Reino, editado con el apoyo económico del Fondo Nacional de las Artes. 1997.

• Desembocadura, Buenos Aires, Tierra Firme, 1990. Compilación de poemas en conjunto con los poetas Gustavo Baz, Gabriel Rizzola, Carlos González y Chantal Damon. Se editó con el apoyo económico del fondo Nacional de las Artes.

En prensa: A los que fueron pájaros. Buenos Aires, Ediciones del Dock, 2008.

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“más bien habría que hablar de los sustitutos” la manera en que las hojas

caen, la caída en el arco más feroz del pensamiento y levantar la voz

hacia el idilio (él no vendrá en la ausencia de mi padre) como canción de

cuna en la inversión del nombre (ha ido a dar la vuelta con el perro) la zona

postergada del silencio tan solo la oquedad del nombre en el discurso muerto

en la caída de la noche

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“ver su rostro demorándose una fracción de segundo” en las gotas

demoradas del silencio de la tarde, de las horas que no caen en la tarde,

en la escala asequible a los colores (él en la ocasión que tiembla aquí

en la muerte, entre mi cuerpo, en los pliegues de mi cuerpo en lo aplanado

de las horas caen (la nostalgia) la voz hundida de la voz en el declive de

los nexos de nosotros escondidos –tras de sí- en el silencio/ una cadencia

apenas del silencio

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en la boca, en dilación del espacio de la boca, entre los dientes,

en el agua incolora de los dientes, la voz habla de apertura del silencio,

de la escala acanalada del silencio como otra tempestad en el vacío

de los nombres/ la otra piel/ lo sensorial de la otra piel hilvanada en el discurso

(en el disfraz acuoso del discurso de la muerte) en lo acodado de mi sombra

como frágil, primitivo, en lo mentadle mí, lo más fortuito de algún nombre

a la manera de discurso

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como una voz en el espacio abierto de las voces desmedidas,

una voz que cae en el discurso plenote los otros mientras miro,

mientras veo el vaivén del puro rostro que acaricia, de plano la voz

en la caricia diurna de las veces que él (en el espacio venidero vuelve)

él en el desorden amparado de mi cuerpo como vieja celestina de mareas

verdes (en la zona del cansancio) él apostado a mi decir su nombre

enteramente en el discurso de otro (nombre a la raíz del nombre dividido)

en las especies del canario amorfo de costumbre: vuelve

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