Marcela Filippi Plaza es Poeta y traductora. Tiene en su haber la publicación de la Antología bilingüe
"Buena Letra" de Escritores Hispanos
DESCUBRIR
El cielo está triste
porque el invierno se ha puesto
su traje más frío
y no aparece el rayo de sol
que caliente tu soledad
que caliente tu soledad
Pienso en la soledad
del atleta cuando falla su prueba más importante
A veces
así me siento yo.
Deja tus penas
en los brazos del futuro
Cuando la madrugada silenciosa
me cuenta sus nostalgias
leo los llantos de tu alma
y se que a Dios
le hablas y le lloras
Ciertas veces
siento tu angustia
y eso me duele
Un día nos encontraremos
en un café
y en el gesto de darte la mano
sentiré el terciopelo de tu amistad
Una paloma blanca
te llevara un mensaje
escrito en un laurel
Tú encontraras cobijo
en la sombra de su ala
siempre en vuelo
Es un insólito encuentro
el nuestro
tú
corazón de gaucho
yo
alma de mapuche
En ciertos recuerdos de infancia
de aquella infancia inocente
las formas son extrañas
los colores pálidos
y los olores
los siento sólo yo
Tengo miedo de perderte
porque te he perdido ya muchas veces
Sì, te he perdido muchas veces
y ese dolor que siento
me lo anuncia con claridad
Nos envenenamos de recuerdos
nostalgias
anhelos
y remordimientos
Observo con levedad
lo que pasa por la pantalla de mis ojos
Encuentro quien me hirió
y siento algo
que no es rabia
no es
indiferencia
¡no es
nada!
Descubro por primera vez
el significado de la nada
No tiene peso
ni color
no hay dolor
ni alegría
El fluir de la sangre
es constante y apacible
Hay dentro de mí
un espejo de agua tibia;
no hay corrientes
Es como escribir una frase
sin verbos
sin adjetivos
y comprender más allá de las palabras
Es sentir el propio cuerpo
en un estado de absoluta suavidad;
ningún golpe lo daña
Es como si fuera irreal
y lo viera todo desde una posición privilegiada
desde el ojo imperceptible del espíritu
Entonces pienso
que después de todo
me quedan las palabras;
¡mis palabras!
que nacen misteriosamente
en la raíz antigua
de un mundo lejano
que vive en mis entrañas
y hoy
por primera vez
lo vislumbré
¿Hablemos?
¡Comienzo yo!
Sabes...
no sirve el odio
no sirve el rencor
tal vez la dulce nostalgia
donde no tiemblan las emociones
contenidas
entre las paredes de la carne
y soplan como el viento templado
de una primavera con flores
(no la sentía de años!)
mariposas
y perfumes
que vuelan bajo
Eso me agrada!
En éste espacio
en éste tiempo...no estoy
Tú me ves
pero no estoy
Hoy
hoy dejé
mis dolores
mis tristezas
mis sombras
y todo lo que vive
en mi oscuridad
fluctuar por el aire
desprenderse de mi cuerpo
Quedé vacía
pero ¡no!
En todo ese espacio
pude sentir en mi piel
la sensación de la nada
¿Y sabes una cosa?
¡Me siento bien!
Ahora
me encuentro
no sé donde
cumpliendo con mis ejercicios
de la nada
Abre tu puño
y en ese vacío de tu mano
estaré siempre yo;
en la nada
que al final
¡es todo!
Ahora
ahora
ahora habla tú!
SILENCIO
Se
que esperando
no tocaré jamás la
cumbre
No
dejaré que el viento
cierre
mis ojos
Estoy
en el cruce
de
la vida
Más
allá
un
camino de piedras
Cada día algo muere...
Abandoné
mi morada
para contemplar
tu
mirada al nacer de la luz
y
leer tu primer pensamiento
Vivirte
antes
que el resto del día
lo
transforme todo
En
los recuerdos que no tengo
alguna vez
fui
un pez
El
agua salada
fue
mi primera habitación
Tampoco
recuerdo
cuando
me
asaltó el silencio sin lágrimas
y
un silencio
fuerte
e invisible como el viento
Descubrí
la oscuridad
para
esconderme del mundo
hablo
con las sombras
escribo
poesías
con
los ojos
Voces
me hablan
en
lenguas
que
no conozco
Viven
en mí
tempestades
nocturnas
donde
nacen las dudas
y
donde el pasado
entona
su canto triste
La
noche calla
No hay sueños
Mis
ojos
se
cierran
en
las páginas
de
un libro
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1 comentarios:
Gracias querida Marcela. Siempre hay algo que sentir con tus poemas. Eso es algo que se agradece.
Un fuerte abrazo ArgenVenezolano.
Andrea
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GRACIAS POR TU COMENTARIO -EL ESCARABAJO LITERARIO-